viernes, 11 de septiembre de 2015

A LA MADRE DE CALCUTA



La bondad de tu huella aquí perdura
dejándole a los pueblos la presencia
de un mensaje verito con clara esencia,
cual sol que vierte su luz en la llanura.

En la voz de tu verbo que murmura
eneseñanzas que nombra la existencia,
jamás hallamos la voz de tu ausencia
porque tu obra es amor, dulce ternura.

Tú vences las espinas del camino
llegando hasta la aldea más lejana
hambrienta de una luz en su destino.

¡Adelante mujer, que la lucha gana
sin apartar la huella del camino
porque tu meta es generosa, noble y humana!


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