jueves, 31 de marzo de 2016

ESCARAMUZA



Asalté tu fortaleza
en escaramuza
de besos y miradas.

Un escudo de recato
opuso resistencia
al fuego del cañón.

Bajando la guardia
abrasada
traicionaste al pudor.

Una hoguera de suspiros
y gemidos apagados
consumieron la pasión.

En la dulce muerte,
despojos esparcidos
en el campo de batalla
son elocuentes testigos
del combate y el fragor.

No hay diferencias
entre la guerra y el amor.



miércoles, 30 de marzo de 2016

LA ORGÍA



La sombra nos cobija
con su tapiz de duelo;
cansado ya del cielo,
el sol se hundió en la mar.

El mundo duerme imbécil,
vacilan las estrellas;
en torno a las botellas
venid a delirar.

Venid, niñas sedientas
de libertad y amores,
que fiestas y licores
dan libertad y amor;

Húmedos de esperanza
traed los ojos bellos,
sin trenzas los cabellos,
la frente sin rubor.

La vida es una farsa
hipócrita y demente,
y el mundo, indiferente,
se cansa del placer;
el mundo se ha dormido;

Romped vuestros papeles,
dejad los oropeles
que vano os prestó ayer.

Dejad de esa comedia
el torpe fingimiento;
ahogad el preso aliento
con larga libación;

La sombra, si ese cielo
su luz tiende importuna,
envolverá la luna
en tocas de crespón.

¡Oh! Lejos de los ojos
de la curiosa plebe,
la copa en que se bebe
nos abre un ancho edén;

El fondo cristalino
las luces multiplica,
y de vapores rica,
perfuma nuestra sien.

Los labios desfrenados,
la lengua desatada,
en larga carcajada
prorrumpen sin cesar;

La lumbre de los ojos,
inquieta y silenciosa,
los ojos de una hermosa
se afana en reflejar.

Venid a los festines
avaras de placeres,
que el cielo en las mujeres
atesoró el placer;

Venid, niñas, sin cuitas,
desnudo el albo seno,
porque quiero el veneno
de vuestro amor beber.

Cuando la inquieta mente
con el vapor vacile,
y revoltosa apile
fantasma de vapor,
veréis cómo, insensata,
el ánima delira,
y voluptuosa aspira
el ámbar del amor.

Entonces, en la sombra,
las pardas muselinas
visiones peregrinas
flotando mostrarán.

Y en cada marco de oro,
cerradas las pinturas,
diabólicas figuras
al vidrio asomarán.

Entonces, cada lámpara
parodiará una hoguera,
que miente y reverbera
las lámparas del sol;

Y en el balcón la luna,
parecerá una estrella,
donde arde una centella
del fúlgido farol.

Cada sonoro brindis
de la animada fiesta,
nos fingirá una orquesta
de mágica ilusión.

Un eco misterioso,
sin canto ni instrumento,
que irá con el aliento
a dar al corazón.

De cada ardiente beso
el lúbrico estallido,
rasgará el sostenido
murmullo bacanal.

Como reloj deshecho,
que sin marcar las horas,
sacude las sonoras
campanas de metal.

El mundo duerme, niñas;
bebamos y cantemos,
que más no sacaremos
del mundo engañador;
húmedos de esperanza.

Traed los ojos bellos,
sin trenzas los cabellos,
la frente sin rubor.
venid, y mal prendidos
los velos y los chales.

Prodiguen, liberales,
la luz de vuestra tez;
los ondulantes rizos
flotando por la espalda,
la mal ceñida falda
mintiendo desnudez.

Y las de negros ojos,
que ostenten su mirada
altiva, enamorada,
con infernal pasión.

Y las rubias ostenten,
sin máscaras de tules,
las pupilas azules
y rojo el corazón.

La noche se desliza,
su llama el sol enciende,
el día nos sorprende,
va el mundo a despertar.


¡Cantemos y bebamos,
que cuando venga el día,
el sueño de la orgía
le volverá a apagar!

martes, 29 de marzo de 2016

A LAS FLORES



Estas que fueron pompa y alegría
despertando al albor de la mañana,
a la tarde serán lástima vana
durmiendo en brazos de la noche fría.

Este matiz que al cielo desafía,
iris listado de oro, nieve y grana,
será escarmiento de la vida humana:
¡tanto se aprende en término de un día!

A florecer las rosas madrugaron
y para envejecerse florecieron:
cuna y sepulcro en un botón hallaron.

Tales los hombres sus fortunas vieron:
en un día nacieron y expiraron;
que pasados los siglos horas fueron.


lunes, 28 de marzo de 2016

MADRE, LLÉVAME A MI CAMA



Madre, llévame a la cama.

Madre, llévame a la cama,
que no me tengo de pie.

Ven, hijo, Dios te bendiga
y no te dejes caer.
No te vayas de mi lado,
cántame el cantar aquél.

Me lo cantaba mi madre;
de mocita lo olvidé,
cuando te apreté a mis pechos
contigo lo recordé.

¿Qué dice el cantar, mi madre,
qué dice el cantar aquél?
No dice, hijo mío, reza,
reza palabras de miel;
reza palabras de ensueño
que nada dicen sin él.

¿Estás aquí, madre mía?
porque no te logro ver....

Estoy aquí, con tu sueño;
duerme, hijo mío, con fe.


miércoles, 23 de marzo de 2016

UNA LÁGRIMA EN SUS OJOS



Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.


Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?

lunes, 21 de marzo de 2016

LA ESPOSA INFIEL



Mañanita, mañanita, mañanita de San Simón,
estaba una señorita, sentadita en su balcón,
arreglada y bien compuesta con un poco de primor.
Al pasar el caballero, hijo del emperador,
con la bandurria en la mano, esta canción le cantó:

«Dormiré contigo, Luna; dormiré contigo, Sol.»
La joven le contestó: «Venga usted una noche o dos;
mi marido esta cazando en los montes de León.»

Para que no vuelva más le echaré una maldición:
«Cuervos le saquen los ojos, águilas el corazón,
y los perros con que él caza lo saquen en procesión».

Al decir estas palabras el caballero llegó. «Ábreme la puerta,
Luna, ábreme la puerta, Sol,
que traigo un león vivo, de los montes de León.»

Va Luna a abrirle la puerta, mudadita de color.
«¡O tú tienes calentura o tú tienes nuevo amor!»
«Yo no traigo calentura, ni tampoco nuevo amor;

¡se me han perdido las llaves de tu rico comedor!»
«Un platero tengo en Francia y otro tengo en Aragón.
Fue a abrazar a su señora y el caballo relinchó.

¿De quién es ese caballo que en mi cuadra siento yo?»
«Ese es tuyo, dueño mío, mi padre te lo mandó,
pa' que vayas a cazar a los montes de León.»

«Mil gracias dale a tu padre que caballo tengo yo;
cuando yo no lo tenía nunca me lo regaló.
¿De quién es ese sombrero que en mi percha veo yo?»

«Ese es tuyo, esposo mío, mi padre te lo mandó,
pa' que vayas a la boda de mi hermana la mayor.»
«Muy feliz sea tu hermana, que sombrero tengo yo,

cuando yo no lo tenía nunca me lo regaló.
¿De quién es esa escopeta que en mi rincón veo yo?»
«Esa es tuya, amado mío, mi padre te la mandó,
pa' que fueras a cazar a los montes de León.»

-Mil gracias dale a tu padre, que escopeta tengo yo;
cuando yo no la tenía nunca me la regaló.»
El joven ya con sospechas, a la cama se acercó.

«¿Quién es este caballero, que en mi cama veo yo?»
«¡Mátame, marido mío, que te he jugado traición!»
Él la cogió por un brazo y al suegro se la llevó.

«Téngala usted, suegro mío, que me ha jugado traición.»
«Llévatela, yerno mío, que la Iglesia te la dio.»
Él con ira la amenaza y al campo se la llevó.

Le ha dado una puñalada que el corazón le enfrió.
A la una murió ella, a las dos murió su amor,

y el otro como tunante en la cama se quedó. 

viernes, 18 de marzo de 2016

CUANDO



Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
cuanto posea:
¡la luz, el aire
y el pensamiento!

Cuando se clavan tus ojos
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo:
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!

Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo.


jueves, 17 de marzo de 2016

TÚ QUE ERES UN ROSAL



De los hermosos el retoño ansiamos
para que su rosal no muera nunca,
pues cuando el tiempo su esplendor marchite
guardará su memoria su heredero.

Pero tú, que tus propios ojos amas,
para nutrir la luz, tu esencia quemas
y hambre produces en donde hay hartura,
demasiado cruel y hostil contigo.

Tú que eres hoy del mundo fresco adorno,
pregón de la radiante primavera,
sepultas tu poder en el capullo,


dulce egoísta que malgasta ahorrando.
Del mundo ten piedad: que tú y la tumba,
ávidos, lo que es suyo no devoren.

miércoles, 16 de marzo de 2016

A LA MUJER INFIEL



A la infiel más infiel de las hermosas
un hombre la quería y yo la amaba;
y ella a un tiempo a los dos nos encantaba
con la miel de sus frases engañosas.  

Mientras él, con sus flores venenosas,
queriéndola, su aliento emponzoñaba,
yo de ella ante los pies, que idolatraba,
acabadas de abrir echaba rosas.  

De su favor ya en vano el aire arrecia;
mintió a los dos, y sufrirá el castigo
 que uno le da por vil, y otro por necia.  

No hallará paz con él,
ni bien conmigo él que sólo la quiso, la desprecia;

yo, que tanto la amaba, la maldigo. 

martes, 15 de marzo de 2016

ESCONDIDO ENTRE LOS MUROS



Escondido en los muros 
este jardín me brinda 
sus ramas y sus aguas 
de secreta delicia. 

Qué silencio. ¿Es así 
el mundo?... Cruz al cielo 
desfilando paisajes, 
risueño hacia lo lejos. 

Tierra indolente. En vano 
resplandece el destino. 
Junto a las aguas quietas 
sueño y pienso que vivo.


Más el tiempo ya tasa 
el poder de esta hora; 
madura su medida, 
escapa entre sus rosas. 

Y el aire fresco vuelve 
con la noche cercana, 
su tersura olvidando 
las ramas y las aguas. 

lunes, 14 de marzo de 2016

PEREGRINO




¿Volver? Vuelva el que tenga,
tras largos años, tras un largo viaje,
cansancio del camino y la codicia
de su tierra, su casa, sus amigos,
del amor que al regreso fiel le espere.

Más ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
sino seguir libre adelante,
disponible por siempre, mozo o viejo,
sin hijo que te busque, como a Ulises,
sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.

Sigue, sigue adelante y no regreses,
fiel hasta el fin del camino y tu vida,
no eches de menos un destino más fácil,
tus pies sobre la tierra antes no hollada,
tus ojos frente a lo antes nunca visto.

sábado, 12 de marzo de 2016

POR UNOS LABIOS ROJOS



Sabes, si alguna vez tus labios rojos 
queman invisible la atmósfera abrasada, 
que el alma, que hablar, puede con los ojos, 
también puede besar con la mirada. 

viernes, 11 de marzo de 2016

AMAR A UNA MUJER



¡Amar a una mujer, sentir su aliento,
y escuchar a su lado
lo dulce y armonioso de su acento;
tener su boca a nuestra boca unida
y su cuello en el nuestro reclinado,
es el placer mas grato de la vida,
el goce más profundo
que puede disfrutarse sobre el mundo!

Porque el amor al hombre es tan preciso,
como el agua a las flores,
como el querube ardiente al paraíso;
es el prisma de mágicos colores
que transforma y convierte
las espinas en rosas,
y que hace bella hasta la misma muerte
a pesar de sus formas espantosas.

Amando a una mujer, olvida el hombre
hasta su misma esencia,
sus deberes más santos y su nombre;
no cambia por el cielo su existencia;
y con su afán y su delirio, loco,
acaricia sonriendo su creencia,
y el mundo entero le parece poco.

Quitadle al cenzontle la armonía,
y al águila su vuelo,
y al iluminar espléndido del día
el azul pabellón del ancho cielo,
y el mundo seguirá... Más la criatura,
del amor separada
morirá como muere marchitada
la rosa blanca y pura
que el huracán feroz deja tronchada;
como muere la nube y se deshace
en perlas cristalinas
cuando le hace falta un sol que la sostenga
en la etérea región de las ondinas.

¡Amor es Dios!, a su divino Fiat
brotó la tierra con sus gayas flores
y sus selvas pobladas
de abejas y de pájaros cantores,
y con sus blancas y espumosas fuentes
y sus limpias cascadas
cayendo entre las rocas a torrentes;
brotó sin canto ni armonía...

Hasta que el beso puro de Adán y Eva,
resonando en el viento,
enseñó a las criaturas ese idioma,
ese acento magnífico y sublime
con que suspira el cisne cuando canta
y la tórtola dulce cuando gime,
¡Amor es Dios!, y la mujer la forma
en que encarna su espíritu fecundo;
él es el astro y ella su reflejo,
él es el paraíso y ella el mundo...

Y vivir es amar. A quién no ha sentido
latir el corazón dentro del pecho
del amor al impulso,
no comprende las quejas de la brisa
que vaga entre los lirios de la loma,
ni de la virgen casta la sonrisa
ni el suspiro fugaz de la paloma.

¡Existir es amar! Quien no comprende
esa emoción dulcísima y suave,
esa tierna fusión de dos criaturas
gimiendo en un gemido,
en un goce gozando
y latiendo en unísono latido...

Quien no comprende ese placer supremo,
purísimo y sonriente,
ese miente si dice que ha vivido;
si dice que ha gozado, miente.

Y el amor no es el goce de un instante
que en su lecho de seda
nos brinda la ramera palpitante;
no es el deleite impuro
que hallamos al brillar una moneda
del cieno y de la infamia entre lo oscuro;
no es la miel que provoca
y que deja, después que la apuramos,
amargura en el alma y en la boca...

Pureza y armonía,
ángeles bellos y hadas primorosas
en un Edén de luz y de poesía,
en un pensil de nardos y de rosas,
todo es el amor.

Mundo en que nadie
llora o suspira sin hallar un eco;
fanal de bienandanza
que hace que siempre ante los ojos radie
la viva claridad de una esperanza.

El amor es la gloria,
la corona esplendente
con qué sueña el genio de alma grande
que pulsa el arpa o el acero blande,
la virgen sonriente.

El Petrarca sin Laura,
no fuera el vate del sentido canto
que hace brotar suspiros en el pecho
y en la pupila llanto.

Y el Dante sin Beatriz no fuera el poeta
a veces dulce y tierno,
y a veces grande, aterrador y ronco
como el cantor salido del infierno...

Y es que el amor encierra
en su forma infinita
cuanto de bello el universo habita,
cuanto existe de ideal sobre la tierra.

Amor es Dios, el lazo que mantiene
en constante armonía
los seres mil de la creación inmensa;
y la mujer la diosa,
la encarnación sublime y sacrosanta
que la pradera con su olor inciensa
y que la orquesta del Supremo canta,
¡Y salve, amor! emanación divina...

¡Tú, más blanca y más pura
que la luz de la estrella matutina!
¡Salve, soplo de Dios!...

Y cuando mi alma
deje de ser un templo a la hermosura,
ven a arrancarme el corazón del pecho
ven a abrir a mis pies la sepultura


jueves, 10 de marzo de 2016

MAR SIN PLAYAS



Cendal flotante de leve bruma,
rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro de arpa de oro,
beso del aura, onda de luz, eso eres tú.

Tú, sombra aérea que cuantas veces
voy a tocarte, te desvaneces
como la llama, como el sonido,
como la niebla, como un gemido del lago azul.

En mar sin playas onda sonante,
en el vacío cometa errante,
largo lamento.

Del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor,
Eso soy yo.

¡Yo, que a tus ojos, en mi agonía
los ojos vuelvo de noche y día
yo, que incansable como demente
tras una sombra, tras la hija ardiente
de una visión!


miércoles, 9 de marzo de 2016

LA HOJA DE LAUREL



Esta hoja arrebatada a una corona
que la fortuna colocó en mi frente
entre el aplauso fácil e indulgente
con que el primer ensayo se perdona.

Esta hoja de un laurel que aún me emociona
como en aquella noche, dulcemente,
por más que mi razón comprende y siente
que es un laurel que el mérito no abona.

Tú la viste nacer, y dulce y buena
te estremeciste como yo al encanto
que produjo al rodar sobre la escena.

Guárdala y de la ausencia en el quebranto,
que te recuerde de mis besos, llena,
al buen amigo que te quiere tanto.


martes, 8 de marzo de 2016

POBRE CAROLINA



¡Pobre Carolina mía!
¡Nunca la podré olvidar!
Vean lo que el mundo decía
viendo el féretro pasar:
 
Un clérigo. Empiece el canto.

El doctor. ¡Cesó el sufrir!

El padre. ¡Me ahoga el llanto!

La madre. ¡Quiero morir!

Un muchacho. ¡Qué adornada!

Un joven. ¡Era muy bella!

Una moza. ¡Desgraciada!

Una vieja. ¡Feliz ella!

—¡Duerme en paz!—dicen los buenos.
 
—¡Adiós!—dicen los demás.

Un filósofo. ¡Uno menos!


Un poeta. ¡Un ángel más!

lunes, 7 de marzo de 2016

LA ETERNA DESPEDIDA



Porque dejaste el mundo de dolores
buscando en otro cielo la alegría
que aquí, si nace, sólo dura un día,
y eso entre sombras, dudas y temores.

Porque en pos de otro mundo y de otras flores
abandonaste esta región sombría,
donde tu alma gigante se sentía
condenada a continuos sinsabores.

Yo vengo a decir mi enhorabuena
al mandarte la eterna despedida
que de dolor el corazón me llena;

que aunque cruel y muy triste tu partida,
si la vida a los goces es ajena,
mejor es el sepulcro que la vida.


viernes, 4 de marzo de 2016

MI CADÁVER



Llegaron mis amigos de colegio
Y absortos vieron mi cadáver frío;
«¡Pobre!» exclamaron, y salieron todos...
Ninguno de ellos un adiós me dijo.

Todos me abandonaron. En silencio
Fui conducido al último recinto;
Ninguno dio un suspiro al que partía,
Ninguno al cementerio fue conmigo.

¡Cerró el sepulturero mi sepulcro...
Me quejé, tuve miedo y sentí frío,
Y gritar quise en mi cruel angustia,
Pero en los labios espiró mi grito!

El aire me faltaba, y luché en vano
Por destrozar mi féretro sombrío.
Y en tanto.., los gusanos devoraban,
Cual suntuoso festín, mis miembros rígidos.

¡Oh mi amor! dije al fin, ¿y me abandonas?
Pero al llegar su voz a mis oídos
Sentí latir el corazón de nuevo,
Y volví al triste mundo de los vivos.

Me alcé y abrí los ojos. ¡Cómo hervían
Las copas de licor sobre los libros!
El cuarto daba vueltas, y dichosos
Bebían y cantaban mis amigos.



jueves, 3 de marzo de 2016

NADANDO EN EL VACÍO



Espíritu sin nombre,
indefinible esencia,
yo vivo con la vida
sin formas de la idea.

Yo nado en el vacío
del sol tiemblo en la hoguera
palpito entre las sombras
y floto con las nieblas.

Yo soy el fleco de oro
de la lejana estrella,
yo soy de la alta luna
la luz tibia y serena.

Yo soy la ardiente nube
que en el ocaso ondea;
yo soy del astro errante
la luminosa estela.

Yo soy nieve en las cumbres,
soy fuego en las arenas,
azul onda en los mares
y espuma en las riberas.

En el laúd soy nota,
perfume en la violeta,
fugas llama en las tumbas
y en las ruinas hiedra.

Yo atrueno en el torrente,
y silbo en la centella
y ciego en el relámpago
y rujo en la tormenta.

Yo río en los alcores
susurro en la alta yerba,
suspiro en la onda pura
y lloro en la hoja seca.

Yo ondulo con los átomos
del humo que se eleva
y al cielo lento sube
en espiral inmensa.

Yo, en los dorados hilos
que los insectos cuelgan
me mezclo entre los árboles
en la ardorosa siesta.

Yo corro tras las ninfas
que en la corriente fresca
del cristalino arroyo
desnudas juguetean.

Yo, en bosque de corales,
que alfombran blancas perlas,
persigo en el océano
las náyades ligeras.


miércoles, 2 de marzo de 2016

¿ES EL AMOR QUE PASA?



Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman
el cielo se deshace en rayos de oro
la tierra se estremece alborozada.


Oigo flotando en olas de armonía
rumor de besos y batir de alas,
mis párpados se cierran... ¿Qué sucede?
Dime... ¡Silencio!... ¿Es el amor que pasa?

martes, 1 de marzo de 2016

ANTE UN CADÁVER



¡Y bien! aquí estás ya... sobre la plancha
donde el gran horizonte de la ciencia
la extensión de sus límites ensancha.

Aquí donde la rígida experiencia
viene a dictar las leyes superiores
a que está sometida la existencia.

Aquí donde derrama sus fulgores
ese astro a cuya luz desaparece
la distinción de esclavos y señores.

Aquí donde la fábula enmudece
y la voz de los hechos se levanta
y la superstición se desvanece.

Aquí donde la ciencia se adelanta
a leer la solución de ese problema
cuyo sólo enunciado nos espanta.

Ella que tiene la razón por lema
y que en tus labios escuchar ansía
la augusta voz de la verdad suprema.

Aquí está ya... tras de la lucha impía
en que romper al cabo conseguiste
la cárcel que al dolor te retenía.

La luz de tus pupilas ya no existe,
tu máquina vital descansa inerte
y a cumplir con su objeto se resiste.

¡Miseria y nada más! dirán al verte
los que creen que el imperio de la vida
acaba donde empieza el de la muerte.

Y suponiendo tu misión cumplida
se acercarán a ti, y en su mirada
te mandarán la eterna despedida.

Pero, ¡no!... tu misión no está acabada,
que ni es la nada el punto en que nacemos
ni el punto en que morimos es la nada.

Círculo es la existencia, y mal hacemos
cuando al querer medirla le asignamos
la cuna y el sepulcro por extremos.

La madre es sólo el molde en que tomamos
nuestra forma, la forma pasajera
con que la ingrata vida atravesamos.

Pero ni es esa forma la primera
que nuestro ser reviste, ni tampoco
será su última forma cuando muera.

Tú sin aliento ya, dentro de poco
volverás a la tierra y a su seno
que es de la vida universal el foco.

Y allí, a la vida en apariencia ajeno,
el poder de la lluvia y del verano
fecundará de gérmenes tu cieno.

Y al ascender de la raíz al grano,
irás del vergel a ser testigo
en el laboratorio soberano;

Tal vez, para volver cambiado en trigo
al triste hogar donde la triste esposa
sin encontrar un pan sueña contigo.

En tanto que las grietas de tu fosa
verán alzarse de su fondo abierto
la larva convertida en mariposa;

Que en los ensayos de su vuelo incierto
irá al lecho infeliz de tus amores
a llevarle tus ósculos de muerto.

Y en medio de esos cambios interiores
tu cráneo lleno de una nueva vida,
en vez de pensamientos dará flores.

En cuyo cáliz brillará escondida
la lágrima tal vez con que tu amada
acompañó el adiós de tu partida.

La tumba es el final de la jornada,
porque en la tumba es donde queda muerta
la llama en nuestro espíritu encerrada.

Pero en esa mansión a cuya puerta
se extingue nuestro aliento, hay otro aliento
que de nuevo a la vida nos despierta.

Allí acaban la fuerza y el talento,
allí acaban los goces y los males
allí acaban la fe y el sentimiento.

Allí acaban los lazos terrenales,
y mezclados el sabio y el idiota
se hunden en la región de los iguales.

Pero allí donde el ánimo se agota
y perece la máquina, allí mismo
el ser que muere es otro ser que brota.

El poderoso y fecundante abismo
del antiguo organismo se apodera
y forma y hace de él otro organismo.

Abandona a la historia justiciera
un nombre sin cuidarse, indiferente,
de que ese nombre se eternice o muera.

El recoge la masa únicamente,
y cambiando las formas y el objeto
se encarga de que viva eternamente;

La tumba sólo guarda un esqueleto
más la vida en su bóveda mortuoria
prosigue alimentándose en secreto.

Que al fin de esta existencia transitoria
a la que tanto nuestro afán se adhiere,
la materia, inmortal como la gloria,
cambia de formas; pero nunca muere.