domingo, 23 de noviembre de 2014

PARA SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ



Oh, Sor Juana, mujer noble y castiza
que poema quisiera dedicarte
y del silencio eterno rescatarte,
por ser voz, que en mi ser se profundiza.

Fuiste tú, la más grande poetiza
de la colonia del ayer baluarte
en la cultura, en la humildad y en el arte
que tu verso inmortal, hoy se eterniza.

Oh, Sor Juana, la sangre de tu vena
es el gozo que va en tu poesía
gloriosa, de luz y ciencia plena.

Tu celda en el convento ya está vacía
pero el reino universal se llena
con la luz de tus versos cada día.


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