lunes, 29 de junio de 2015

EL PRÓLOGO



A manera de prólogo, con calma
sin palabra que todo engalana,
solamente una voz, que siendo humana
me ayuda a escribir para que Alma

Que tiene corazón, por lo que me ama
lleve también sin visos de obsidiana
humildes ecos de una voz hermana,
al no poderle dar, laurel y plama.

Es de Pancho Lavín el peregrino
el libro blanco que a sus manos llega
con voces recogidas del camino.

Con sencilla frescuraamor le lega
y encontrado contigo su destino,
cual plateado abanico se despliega.

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