martes, 13 de enero de 2015

PLEGARIA



Oye Señor, mi voz adolorida
que grita ante tu cruz mancillado;
vuelve a mi tu celstial mirada,
ve a tu pueblo por la muerte perseguido.

El amor lo cercena el arma homicida
y de la paz no entreveo la alborada,
solo miro el fragor de la granada
y en tu pecho, sangrando más tu herida.

Ya Señor, por piedad oye mi llanto
y mira como sufren mis hermanos
donde se escucha de la muerte el canto.

Ven Señor, con tus laceradas manos,
derrumba las trincheras y enjuga el llanto.
de esas gentes que somos tus seres humanos.

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