domingo, 1 de junio de 2008

EL RUMBO CORRECTO


Al iniciar mi vuelo
la estrella de la tarde,
es una clara llamada
para las alas de mi nave.

Ojalá que una suave brisa
sin grandes nubes ni fuertes vientos,
hagan que vaya yo elevándome
del inmundo suelo que me asfixia.

El crepúsculo se ha iniciado
y después de eso ¡La oscuridad!
un tenue reflejo en mi cabina
me indica que voy en la ruta trazada.

De mi tiempo y mi espacio
el aire me llevará muy lejos,
esperando ver de nuevo cara a cara
a éste Dios que me lleva por el rumbo correcto.

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