Hay en el minuto un algo letal que aletarga en una mistificación un embrujamiento en que el pensamiento en los ojos brilla como pesadilla de fascinación.
El encantamiento de la danza ondula y la que toca la lira suspira y la danzarina, se alarga, se estira, se envuelve, revuelve y gira como torbellino del humo de pira.
Flota el tercer velo en macabro vuelo. Se piensa en la vida que vaga perdida por los arenales sin fin del dolor. Los ojos entornados se abren un poco y de los labios resecos del sultán se escapa un hondo suspiro, despierta un poco el deseo y aquel tercer velo es el aleteo de un blanco albatros .
El encantamiento de la danza ondula y la que toca la lira suspira y la danzarina, se alarga, se estira, se envuelve, revuelve y gira como torbellino del humo de pira.
Flota el tercer velo en macabro vuelo. Se piensa en la vida que vaga perdida por los arenales sin fin del dolor. Los ojos entornados se abren un poco y de los labios resecos del sultán se escapa un hondo suspiro, despierta un poco el deseo y aquel tercer velo es el aleteo de un blanco albatros .
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