sábado, 31 de mayo de 2008

EL CANTO DEL BANDOLERO


Al hallarte en el sendero
mi corazón tuvo antojos
de volverse bandolero
para robarte los ojos.

Para lograr mis quimeras
con audaces artimañas
esperé que te durmieras
emboscado en tus pestañas.

Tras de logrado mi fin
trate de ocultarme luego
pues brillaba mi botín
como sí fuera de fuego.

Para esconderme corría
pero sin borrar mi huella
pues mi alforja despedía
fulgores como de estrella.

En mi pecho, por seguro,
coloqué tus ojos presos
y busque un lugar oscuro
para cubrirlos de besos.

Mas los presos se fugaron
y jugándome una traición
al fugarse se llevaron
del pecho mi corazón

Hoy sigo por el sendero
refiriendo con canciones
la traición que a un bandolero
le jugaron dos ladrones...

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