Yo
soy un viajero
que
de la existencia voy por el camino
sin
más derrotero
que
el que me señala mi ciego destino.
A
veces avanzo como caballero
de mi
rocinante famélico al trote,
y el
dolor me sigue por todo el sendero
como
un escudero detrás de un Quijote...
Ignoro
yo mismo
lo
que en la jornada siguiente me aguarda;
no se
si la cumbre, no se si el abismo......
Soy
nómada errante que el paso retarda
cuando
en la marisma monótona y parda
surge
el espejismo.
A veces
en alas de mis pensamientos
más
raudo que el viento,
soy
un aeronauta que en débil avión
de
mis ilusiones extiendo las galas
para
darle alas a mi corazón.
A
veces navego por ignotos aires
entre
tempestades de recios desaires
y
rotas mis alas, entre densa bruma
hundo
mis dolores entre las palabras
que
como sudario deja mi pluma.
Yo
soy un viajero sin rumbo; no sé
ni de
dónde vengo, ni hacia donde voy,
ni en
que aeropuerto me refugiaré,
ni en
que punto estoy,
ni
cuándo, ni cómo la absurda jornada
abandonaré
para hallar el todo,
o
encontrar la nada.
Sólo
sé que avanzo con el alma absorta
en
los espejismos de la lejanía,
y que
no me importa
si la
senda es larga, o la vida es corta,
ya
que siempre viajo, solo sin compañía.
Solo
sé que tiene flores mi pradera
y mi
noche es día,
desde
que te llevo como compañera.
¡Vieras
que alegría
como
de alboradas y de primavera
desde
que eres mía!
Desde
que eres mía
yo
soy un viajero
que
lleva por guía
la
luz de un lucero...
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