miércoles, 6 de agosto de 2014
ANA MARÍA
Cual brota el agua clara de la fuente,
igual que naca en el jardín la rosa,
así como la palma victoriosa
dibuja su perfil en el oriente.
Nace tu voz etérea y diferente
haciendo Ana María, más hermosa
en tu boca inocente y candorosa
la poesía, cual gema refulgente.
Como la red del pescador, henchida
llevas en tu alma candorosa y bella
un caudal de dones que convida
a perseguir en tu naciente huella
el arte que tú dices conmovida
transformándolo en flor, luz y estrella.
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