sábado, 25 de enero de 2014
SOLEDAD
Como es triste volar por el mundo
sin llevar en la boca el sabor de unos besos
sin llevar en el alma un amor profundo
que nos llene el pecho con sus embelesos.
Algo que en las noches cuajadas de estrellas
cuando vuelo solitario y al cielo miramos,
me hiciera vivir con las cosas más bellas
con las que eternamente soñamos.
Pero tal parece que el destino me ha olvidado
pues mis labios jamás han saboreado
el néctar delicioso de unos labios amorosos
ni sentido la suave caricia de unas manos
ni escuchado la trémula voz
que me murmure quedamente. Te amo...
Es el lamento de este poeta,
del poeta que lo abandonó su musa
que lo ha hecho soñar
porque soñar es toda su existencia.
Ya no tiene musa, ahora no alienta nada
no es el calor de una ilusión, ni los ojos
de una moza, es el miedo a la muerte,
es el miedo a sí mismo.
Es que la Soledad lo espanta y cuando vuela a solas
en las noches de plenilunio,
cuando lo agobia la tristeza al contemplar
lo inmenso de sus Soledad, vive del recuerdo
de las horas idas... y que nunca volveran.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario