Princesita bella, dulce amiga mía
yo ignoro el secreto de los trovadores,
pues mi pobre poesía no tiene harmonía
al cantar amores como lo tuvieron los cantores.
Yo no tengo nada; mi vida de prisa
se abraza en el fuego de infinito afán,
pero si quisieras darme una sonrisa
iría por el mundo como un gran donjuan.
Alegre con ella iría por la vida
con esta canción:
"Ya tengo una estrella
que llevo escondida en lo mas profundo de mi corazón..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario