jueves, 16 de julio de 2015
LA TOMASA
Oh, Tomasa, pretendes engañarme
si tu sabes que conozco a Lola
y como a tí, le zumba ya la cola
cual los tenis le zumban al gendarme.
No Tomasa, tú no vendrás a darme
lecciones nuevas en rodar la bola,
pues bien sabemos que te pintas sola
para eso de enojarte y engañarme.
Cuando pasa el lechero, bien que te abraza,
al plomero le das buena comida
y metes hasta el tendero en tu casa.
Más te vale, des la vuelta y todo olvida
celosísima e intrépida Tomasa
pues los hombres van, dondequiera que haya comida.
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