martes, 6 de mayo de 2014

UN INSTANTE



Escucho el plácido silbar del viento
que susurra un cantar en la espesura
donde el dí sin brida se apresura
a la noche que invade el aposento.

Siento en su canto toda la ternura
de tu voz, que en sus voces yo presiento
y aquel perfume que me dio tu aliento
sin ecos de dolor y de amargura.

Muy lejos se ha quedado aquel instante
que fue tan grato cual la misma vida
que la vivió con avidez constante.

Veo en la luz tu gracia presentida
y la gloria que vivió en un instante
llega en la voz, del viento repetida.


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