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Son tus manos la ternura nevada
son tus dedos cual blancas mariposas
que el teclado recorren presurosas
y del piano desgranas su balada.
De Beethoven inspiración sagrada
le robas al teclado cual las rosas
en la tarde al rosal, roban las diosas
para adornar su cabeza inmaculada.
Cual preciosas palomas son tus manos
volando sobre el río rumoroso
hendido por arpegios soberanos
Del artista que fuera prodigioso
nos entregan sus ecos tan lejanos
tus blancas manos de marfil precioso.
Eres un travieso, en todo haces revuelo
cual pequeño huracán, que todo inquieta
vas por la casa y nadie te sujeta
que pareces ave que levanta el vuelo.
Me traes en carreras, a mi que soy tu abuelo
que ya parezco consumado atleta
llegando sin aliento a la meta
detrás de tí, travieso picaruelo.
Siempre feliz caminas por la vida,
es la felicidad un don precioso
si se da, con los padres comapartida.
Procura ser humano y generoso,
has tú de la verdad, la voz preferida
y tendrás un camino victorioso.
Hijo... voy a hablarte de un arroyo en Lerdo
del arroyo que mojó mis pies de niño,
y el que, entre sus arrullos y sus brisas
se llevó entre sus aguas, mis juegos y mis risas.
Voy a hablarte del recodo que formaba
con la higuera y entre sus raices yo jugaba.
Voy a hablarte de las poiedrecitas
que al resplandor del sol brillaban
cuales peces de tornasoladas lentejuelas
y en mis piernas verás las cicatrices
que dejaron voraces sanguijuelas.
En este arroyo hijo mío, se quedo mi infancia,
y en el tintinar de su corriente y en mi mente,
del perfume de sus brisas, la fragancia
que en todo momento de mi vida está presente.
Voy a llevarte a él y correremos
tu cual cervatillo inquieto
y yo con la velocidad del pensamiento
soñaré el ayer que siempre recuerdo
de ese bello arroyo, que conocí en Lerdo.
Sobre el viejo poblado en desbandada
cual veinticuatro avecillas canoras,
se van volando pródigas las horas
hacia la esfera azul, enamorada.
En la tarde de rojo ensangrentada
por rosas y gráciles auroras,
canta el reloj el himno de las horas
cuando el poniente, estalla en llamarada.
Y así, el tiempo sus pasos apresura;
Dios nos manda tristezas y armonías
cuando mueren las sombras en la altura.
Y así plapita el ritmo de los días
viendo pasar las horas con ternura
que nos dejan pesares y alegrías.
Ahora que saben que te quiero
he podido hacer muchas cosas;
encontrar todo lo que espero
y llevarte un ramo de rosas.
Ahora que saben que te quiero
encuentro sentido en el mundo;
hacer lo mejor con esmero
y llegar hasta lo más profundo.
Ahora que saben que te quiero
quisiera gritarlo a cielo abierto...
Ahora que saben que te quiero
a lo mejor podré escribir un verso...
Ahora que...
Quiero escribir poesía,
quiero escribir poemas
pero ya no de amor y sentimiento
sino de levantar el vuelo.
Quiero escribir novela,
biografía, crónica y ensayo
pero ya no de amor y sentimiento
sino de viajes por los aires.
Quiero escribir y gritar
con mis letras ayudar y cambiar el mundo
sacudir las almas, mover y revolucionar,
pero el amor y el sentimiento me ahogan
y no me dejan continuar.
Y es cosa de volver a comenzar
quiero escribir poemas
quiero escribir novela
quiero gritar por mis amores y sentimientos
pero lo único que sé hacer, es volar.
Soy un hijo más de la catastrofe,
otro sobreviviente....
Pero soy el primer eco del relámpago
el aire es el aliento de mi alma;
soy la resurrección de la hierba
que refresca los alrededores de tu vista.
Ya te he dicho que nací bajo la lluvia
y que el movimiento de mis pies
explora la tierra sin dejar huella
y mis alas se tienden al aire,
para viajar hacia tí.
Me gusta toda
por sencilla y profunda,
porque cuando viene
sin decir nada
lo dice todo.
Me gusta toda
cuando cuando llega deslumbrante
al igual que la noche
misterios y de deseos.
Me gusta toda
con la brevedad del tiempo
que marca una ausencia
y bajo la luz al desconcierto
que se vuelve palabra en la garganta.
Me gusta toda
porque se respira
en el aire su presencia
y hasta en el grito del silencio
que me asusta.
Hermosa novia ausente;
cuando muera, llena con tus lágrimas,
mis cuencas vacías
y tira los mie4mbros de mi cuerpo
a los perros de la sombra.
Hermosa novia ausente;
cuando muera, toma en tus manos negras
mi cráneo.
Rómpelo y esparce mis ideas
en la ruta simbólica del viento.
Hermosa novia ausente;
cuando muera, persigue con tus pies ligeros
mi cuerpo que ya cansado
espera por ti y por tus caricias.
La luna llena anidó en tu vientre,
y trazó en tu piel una sonrisa.
En la frontera de mi casa
yo amo tu cicatriz.
Elle em demuestra
como sanan las heridas,
porque vives en el mundo
porque tienes un cuerpo.
Un cuerpo real y risueños
la luna llena que hizo un cielo
y soy feliz con todos mis sueños.
El árbol doblega su estatura
el lago se despeína,
las casas se quitan el sombrero
los vecinos azorados
sienten el impulso del vuelo.
El viento se te ha enredado
terco levanta tu falda y te despeina,
el viento azota las puertas
descubre tu figura,
el viento te reclama,
es urgente.
Súbitamente el viento me llama
veo venir el viento y me preparo
levanto mis manos
mis alas se extienden
soy el viento.
Deberías estar volando
tal vez miraste el abismo
su voz helada tocó tu corazón
y desconfiaste del viento.
No temas a la lluvia sobre tu falda
tu sabias mi nombre
y me dominabas.
Nada me sostiene
esa noche el viento calla,
la calma de tu sueño me desvela
estás satifecha y yo...
trataré de dormir.
Puedo quitarme muchas cosas:
la ropa, los recuerdos, los pesares.
Puedo sacudirme las telarañas,
las molestias, las personas, los lastres.
Puedo dejar en mi camino dolor,
tristeza, amor o risa,
pero no puedo quitarme los años.
HOY, desee estar contigo
que me rodearan tus brazos,
que cobijaras mis años
que alentaras mi vivir.
HOY, sentí el calor de tu cariño
tu contacto, tu vigor,
a este espíritu, quizas ya viejo,
que transpira tu existir.
HOY, te sentí cerca, muy cerca,
pensamiento, carne, intelecto,
presentí nuevos momentos
que ha superado mi sentir.
HOY, supe de antemano,
que mañana, no muy tarde,
no temprano estaremos juntos,
unidos tomado de la mano.
Como buitre sentado está el tendero
con su inflada barriga que decora,
la puerta del changarro donde atesora
del pueblo, su sudor hecho dinero.
Él dice que nos sirve con esmero
y a los clientes atiende hora tras hora,
pero en verdad es cual la barredora
que mocha el kilo y róbase el dinero.
Doscientos gramos hurta en cada kilo
este ladrón, que luego es majadero
poniendoen el robar un nuevo estilo.
Diariamente en la iglesia es el primero,
en su alma la bondad no tiene estilo
porque tiene el corazón de cuero.
Yo te bendigo Señor, en la nobleza.
Yo te bendigo Señor, en mi morada.
Yo te bendigo Señor, en la alborada.
Yo te bendigo Señor, en mi tristeza.
Yo te bendigo Señor, en la grandeza.
Yo te bendigo Señor, en tu mirada.
Yo te bendigo Señor, en la paz encadenada,
Yo te bendigo Señor, también en la pobreza.
Yo te bendigo Señor, en la alegría.
Yo te bendigo Señor, en el dolor.
Yo te bendigo Señor en la hora impía.
Yo te bendigo Señor, en el candor.
Yo te bendigo Señor, en la noche umbría.
Yo te bendigo Señor, también en el amor.
Ondula por Raymundo el manso río
resbalando silente y cadencioso
cual reptil que se mueve perezoso
sobre el pasto preñado de rocío.
Su morada el gigante bosque umbrío
donde avanza gentil y silencioso
su cuerpo cual viajero vigoroso
fecundando el páramo sombrío.
le dan fragancia las silvestres flores
entiviándolo el sol que se reclina
en su semmblante pintado de colores.
Se despereza la paloma matutina
sobre su margen de fragantes flores
que humedece la pálida neblina.
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