No es tu final
como una copa vana que hay que apurar.
Arroja la copa,
y muere.
Por eso
lentamente levantas en tu mano un brillo o su mención, y arden tus dedos,
como una nieve súbita.
como una nieve súbita.
Está y no
estuvo, pero estuvo y calla.
El frío quema y
en tus ojos nace su memoria. Recordar es obsceno, peor: es
triste.
Olvidar es morir.
Con dignidad
murió. Su sombra cruza.
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