domingo, 8 de marzo de 2015
EL ROBLE
Cuando mi frente ante la luz se inclina
anhelando la dicha y el contento,
miro el azul del alto firmamento
sobre la fronda verde que se empina.
Siento llegar la sabia tan devina
del fuerte roble que abanica el viento,
trayendo a mi vivir un nuevo aliento
donde la paz en la noche se adivina.
El sol derrite su quemante flecha
en el verde breñal que forma el seto
circundando al erguido roble en llama
donde fresca savia en plácido secreto
cual remanso en la sombra se derrama
y su grandeza admiro con respeto.
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