PINTORES

Pintores con luz de luna,
en sus dedos los pinceles de la esperanza,
en los pinceles, solo haya una...
el color de magia y de fe que nos alcanza.

Su obra: nosotros mismos
sobre tela virgen, los artistas: ustedes
los protagonistas: nosotros mismos
el tema: el de siempre, el amor y los placeres.

La luna, su vieja amiga
que está presente en todo tiempo
que nos ayuda en la creación,

su obra que nunca fatiga
y que con gusto contenplo
rayas, luces, sombras y un corazón.

HONRA Y RIQUEZA

¿Qué otra cosa es verdad sino pobreza

en esta vida frágil y liviana?

los dos embustes de la vida humana 

desde la cuna son honra y riqueza.

El tiempo, que ni vuelve ni tropieza

en horas fugitivas la devana;

y en errado anhelar siempre tirana

la Fortuna fatiga su flaqueza.

Vive muerte callada y divertida

la vida misma; la salud es guerra

de su propio alimento combatida.

¡Oh, cuánto inadvertido el hombre yerra:

que en tierra teme que caerá la vida

y no ve que, en viviendo, cayó en tierra!

UN NIÑO LLAMADO ANDRÉS

Ya tus pasos inician el camino,
e inicias la senda que se te señala,
felicidad y amor, ancla y escala
engarzan tu triunfo, a tú destino.

Pleno de gracia, Andrés yo te adivino
en tu paterno hogar, que amor exhala
donde está la bondad que Marthe agrega gala,
con dulces voces como el sacro vino.

Andrés Lavín, en tu mirada mora
la verdad que engala tu apellido,
valores son, que el bien atesora.

Regido siempre en el camino has sido,
en el umbral de tu alegre aurora
alentando tu paso florecido.

UN CAMINO POR LA SIERRA

Serpiente que huyes rauda por la sierra,
ebria de clorofila y de celajes,
como flecha de luz en los paisajes
que preñados de amor pario la tierra.

Ritmos de selva que tu carne encierra,
bruñendo de esmeraldas los parajes
que el azul del cielo cubre de encajes
al surgir como fuentes de la tierra.

Eres camino cual senda placentera
donde el potro de hierro brama
entre hordas de acerados mastodontes.

Gigantes verdes marchan a tu vera,
mientras te enroscas cual serpiente en brama
sobre el tálamo rojo de los montes.

EL ROBLE

Cuando mi frente ante la luz se inclina
anhelando la dicha y el contento,
miro el azul del alto firmamento
sobre la fronda verde que se empina.

Siento llegar la sabia tan devina
del fuerte roble que abanica el viento,
trayendo a mi vivir un nuevo aliento
donde la paz en la noche se adivina.

El sol derrite su quemante flecha
en el verde breñal que forma el seto
circundando al erguido roble en llama

donde fresca savia en plácido secreto
cual remanso en la sombra se derrama
y su grandeza admiro con respeto.

EVOCACIÓN

Como una estela blanca pasas ligera,
y al pasar por mi senda gris y marchita,
es mi esperanza rosa que resucita
como si la besará la primavera.

Te miro, y al mirarte ¡Quien lo dijera!
mi juventud de nuevo vive y palpita...
Diríase que esta noche tengo una cita,
una cita de amores con la quimera.

Todos aquellos sueños que el alma evoca
los llevas en los ojos, ríen en tu boca
y le hablan a mi vida con voz lejana.

Quien tuviera veinte años y el alma fresca
para llevarte un gallo y a toda la orquesta,
para recitarte, mis versos en tu ventana.