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A manera de prólogo, con calma
sin palabra que todo engalana,
solamente una voz, que siendo humana
me ayuda a escribir para que Alma
Que tiene corazón, por lo que me ama
lleve también sin visos de obsidiana
humildes ecos de una voz hermana,
al no poderle dar, laurel y plama.
Es de Pancho Lavín el peregrino
el libro blanco que a sus manos llega
con voces recogidas del camino.
Con sencilla frescuraamor le lega
y encontrado contigo su destino,
cual plateado abanico se despliega.
¿A dónde vuela el ave peregrina
que anidara en la sombra de mi alero?
¿Quieres hallar acaso en el sendero
la luz de nueva aurora diamantina?
La esperanza de paz, es paz divina
que en el mundo que sufre, tanto espera
floreciera una vez en el sendero
donde su imagen blanca se encamina.
Búscala tú, en la luz que tanto admiro,
en la fe, en el amor, en la colmena
en el fugaz aliento de un suspiro.
Búscala tú, en la herida y en la pena
paque brille en lo alto cual zafiro,
como brilla la luz sobre la arena.
Pintora de la vida y de la muerte,
recia mujer de espíritu fecundo
con tu coraje sorprendiste al mundo
donde tu pincel en gloria se convierte.
Cruel e injusta contigo fue la muerte
postrándote cual débilmuribundo
en tálamo que hicieras muy fecundo,
donde la vida en tu pincel se advierte.
Es tu pintura un canto, no un gemido
describiendo el dolor que te tortura,
y el ansia de vivir, jamás perdido.
A México legaste tu pintura
arte tan puro que en tenaz latido
palpitando en el mundo, aun perdura.
En la tarde gris, sólo entre las brumas
andando vas con paso fatigado
y llegas hasta el mar que se ha callado
cuando te da, sus besos de espuma.
Buscando ves el resultado en sumas
de todo lo que crees haber dado,
te das cuenta que aun no has comensado
porque el mar hace más, sembrando espumas.
Tu rostro y tu alma flagela la brisa
donde el eco del mar, te dice gritando;
y se siembra un árboly una sonrisa,
se siembra la fe, armando y cantando
el eco y la paz, de un niño la risa,
y el amor se siembra, a veces llorando.
Si sólo fuera la guerra una fuente
para beber en ella, siempre dejaría
este anhelo de paz y le diría
a esa humanidad que indiferente
se ve morir en la contienda a tanta gente
así como en la tarde muere el día;
¿Porque permiten que hombres de valía
mueran ya, sin laureles en la frente?
Humanidad: Conduélete y la guerra
de tétrica y sangrienta arqutectura
que no acabe con los seres de la tierra.
Busquemos de la paz la limpia albura
que encadenada por el mundo yerra
cual viajera de luaz, en noche oscura.
Recio varón de plácida mirada
en el cuadro plasmada mi figura
se ha dibujado en toda su frescura
la foto de la cámara enamorada.
En la estancia de feliz morada
donde la bondad del amor perdura,
mi efigie se halla en sobria arquitectura
en las letras del libro siempre animada.
Tal parece que viera el horizonte
incendiándose en roja llamarada
cual luz viajera en apartado monte,
y la estancia el reposo consagrada
inúndala el fulgor del horizonte
cual mística basílica sagrada.
