LOS MÉDICOS DE GUARDIA

Van buscando en la ciencia soberana
una luz de esperanza cada día,
frontera que a la muerte en su osadía
limitará su revisión temprana.

Misión maravillosamente humana
que desempeñan en la galera umbría,
bajo la noche taciturna y fría
que se separa de la temprana mañana.

Ante el dolor humano siempre alerta
por su ciencia dispuesta cual tizona
para luchar con la esperanza abierta.

Su guardia ante el dolor, él no bandona,
mientras la vida de esplendor cubierta
ciñe en sus sienes, la triunfal corona.

A MI SOBRINA ESTRELLITA

La luz de las estrellas en tus ojos,
la gracia perfumada de la azucena,
y lo dulce que nos brinda la colmena,
la naturaleza te brindó de hinojos.

No habrá en tu senda frívolos antojos,
ni anidara en tu alma, dolor y pena,
porque irás pequeña, en gracia plena
poniendo flores donde hay abrojos.

Tu camino de amor, jardín florido,
donde la gloria como río se derrama,
tendrá contigo, el día amanecido,

la voz paterna, escucho que te llama,
como el ave, a sus hijos en el nido
porque es la voz protectora que te ama.

AMO A TODAS LAS COSAS

Amor, pasión sublime de la vida,
amar a la mujer es tan hermoso
como es también humano y generoso
poder del mundo, amar la paz perdida.

La soledad del mundo compartida,
el amor a los padres que es glorioso,
también del pensamiento prodigioso
la esperanza jamás desvanecida.

Ama al niño, la roca y a la hermana,
al viento, árbol, flor, sombra, grano y espiga
a la lluvia, dolor, canción y nieve cana,

al llanto, luz... y a la voz que se desliga,
ama el amor a la patria soberana
y con sacra humildad, la mano amiga.

PLEGARIA

Oye Señor, mi voz adolorida
que grita ante tu cruz mancillado;
vuelve a mi tu celstial mirada,
ve a tu pueblo por la muerte perseguido.

El amor lo cercena el arma homicida
y de la paz no entreveo la alborada,
solo miro el fragor de la granada
y en tu pecho, sangrando más tu herida.

Ya Señor, por piedad oye mi llanto
y mira como sufren mis hermanos
donde se escucha de la muerte el canto.

Ven Señor, con tus laceradas manos,
derrumba las trincheras y enjuga el llanto.
de esas gentes que somos tus seres humanos.

LA HORA AVANZADA

En medio del esplendido paisaje
la paz interior del alma se apodera
al escuchar el canto en la pradera,
a las aves que adornen el ramaje.

En el nido que cuelga del boscaje
el dulce coro en la tarde espera
que alegre venga con luz certera
la roja carcajada del celaje.

Es la voz que en la selva se estremece
preludiando la muerte azul y grana
del día, cuya huída nos parece

un rítmico aletear en la fontana,
donde el tiempo embriagado resplandece
sin detener su marcha soberana.

EL TIEMPO

Viendo el tiempo mi razón vacila

porque el reloj, las huellas destructoras

sin piedad va esculpiendo de las horas

que van hullendo en funeraria fila.

Hiere la luz, de mi ojo la pupila

que contempla las sombras tembladoras

que se van cual nostálgicas pastoras

al límite que el tiempo aniquila.

Es que también la vida se desgrana

como en el árbol, la hoja sacudida

por el viento que arrastra la mañana

y así, la vieja procesión vencida

de las horas que el relog desgrana

irá siempre, cual muerte desprendida. 

UNA NIÑA LLAMADA ROSITA

Júbilo en tu hogar, eres Rosita
donde refulges cual temprana aurora
tu belleza inocente que atesora
el amor de tu padres, muñequita.

Angelical y dulce princesita
de tu candor, la vida se enamora
y es tu mirada encantadora
la fuente de una paz muy infinita.

Una estrella de amor brilla en tu frente
cincelada cual hermosa diadema
que Dios te ha regalado simplemente.

Eres Rosita la preciosa gema
que brillará en la vida diferente
porque eres tú también, luz y poema.

MINERVA

Llevas el nombre de la hermosa diosa
que refulgente en la mitología
Señora es de la sabuduría
y madre de la oliva victoriosa.

Ella encanrna la ciencia esplendorosa
a la paz en que el hombre aún confía
las artes que derraman armonía
son con Minerva la espera gloriosa.

Pero tú, cual dulce mariposa
graciosa como el ave soñadora
que se posa en la rama generosa

radiante brilla cual gentil aurora
tu mágica sonrisa candorosa
en el hogar, que amor puro atesora.